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por PEPE FORTE/editor de iFriedegg
y conductor de AUTOMANIA por WQBA 1140 AM de Univision Radio
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Miembro fundador de SAMA.

Fotos del autor, excepto las ajenas identificadas con un punto rojo.

 

Aunque el XC90 rivaliza con coches alemanes del segmento, como los de Audi, BMW y Mercedes-Benz, en realidad en el interior no los emula, sino que los aparta. No espere la típica distribución teutónica de elementos agrupados casi de manera marcial como es tan común, por ejemplo, en la botonería de específicanente Mercedes, sino que en este caso el interior es absolutamente escandinavo y ello es sinónimo de ergonomía y un arreglo muy, muy racional. En dos palabras, típico Volvo, sólo que ahora más que nunca y con un acento de arte y folclore regional.


Sí señor, tal cual dijimos: Quien más apreciará el interior del nuevo XC90 es quien conozca de arte y de diseño industrial, y del papel que no sólo Suecia sino las naciones nórdicas en conjunto juegan en ese particular. Y también es importante conocer de tradiciones suecas.

En este sentido, un elemento fundamental es la palanca de control de la transmisión automática en la consola entre los dos asientos delanteros.

Se trata de un elemento único del modelo híbrido, el T8, pero que tenemos que destacar por lo que hemos dicho: Parece un bloque de hielo o de diamante, pero en realidad se inspira en el célebre y muy apreciado en círculos exclusivos vidrio, el cristal Orrefors sueco.

Para rematar, un cilindro de control de operaciones dispuesto horizontalmente, así como el contorno del botón de ignición, llevan por textura la más representativa de los vasos de cristal de la afamada marca.

El interior es sobrio, elegante, con una mezcla de exquisita calibración entre la piel de las butacas, la panelearía interior de las puertas, y los toques en metal y madera de la consola principal y también en las puertas.

La consola central es nítida en diseño, con varios niveles y volúmenes, lo cual hace a este periodista distinguir al Volvo XC90 como un auto superior en diseño interior.

Cual siguiendo  la inusual ubicación del botón de encendido del extinto coterráneo Saab, en el caso del XC90 éste se halla en la consola de los asientos, próximo a la palanca de cambio. Se rota en sentido horario para encender. Una solución novedosa que sin embargo aplaudimos tan sólo como diseño, porque a nivel de funcionalidad nos mantenemos apegados a la presencia de este botón donde los demás autos lo llevan (lo mismo nos pasa con la ubicación del switch análogo de Porsche, a la izquierda, que tampoco es santo de nuestra devoción).
Las butacas del XC90 también llevan estirpe de lo mejor del diseño nórdico de asientos.
La esencia de las célebres sillas Wegner (foto a continuación debajo) se percibe aquí, en especial en las butacas delanteras, que son absolutamente nuevas.
Muy esculturales, se aproximan al patrón actual de las más contemporáneas generaciones de asientos de los jets del siglo XXI, de perfil más delgado, lo cual garantiza más espacio entre fila y fila.

Estas sillas de Volvo, por hacerse pues eco del cuerpo humano, son increíblemente cómodas también en la segunda y la última fila.

Las butacas delanteras cuentan con un diseño que protege de lesiones lumbares en caso de accidente gracias a un  diseño activo súper sofisticado, pero eso lo abordaremos en al acápite de seguridad, al cual el lector puede llegar ahora mismo si pulsa sobre esta línea.

Como detalle curioso, y para demostrar su esencia sueca, en la costura de la vestidura los asientos llevan un pequeña lengua de tela con la bandera de Suecia.

Y los cinturones de seguridad exhiben la leyenda Since 1959 (desde 1959) lo que recuerda que Volvo fue la primera firma de automóviles del mundo en ofrecerlos desde ese año.

El Volvo XC90 del 2016 es de tres filas de asientos y alberga 7 pasajeros

La pantalla de tipo táctil es de ubicación vertical, con 9 pulgadas de alzada, y es muy fácil de operar. Resuelve no sólo las necesidades de información y entretenimiento, sino que en el caso del T8 —recordemos que es el híbrido— controla los diversos modos de desplazamiento a voluntad del conductor

La cabina es insonorizada (ya esto va dejando de ser característica exclusiva de Lexus como en una época lo fue), la posición de manejo es ideal, lo mismo que la relación y dimensiones del cuerpo del conductor respecto de los instrumentos en consola, los relojes son de muy fácil lectura y la visibilidad es muy buena y muy parecida a la del XC90 en mutis.
Como el nuevo XC90 es más largo, más ancho y más alto que su predecesor, el espacio interior se beneficia de ello, prodigando así más espacio para las piernas, la cabeza y los hombros. Muchos de los ingenieros de Volvo miden 6 pies o más de estatura, de modo que es predecible que los pasajeros altos se sentirán a sus anchas dentro del vehículo, especialmente en las butacas delanteras. 
Las tres filas son de altura progresiva, o sea que se van a haciendo más altas hacia atrás —lo que se conoce como "teatrales"— lo cual permite una magnifica visibilidad a los ocupantes (cual se aprecia en la foto arriba).

La segunda fila de asientos es absolutamente confortable, y la tercera acoge con discreción a dos adultos, aunque preferentemente se trata de asientos más cómodos para niños o adolescentes.

Ahora, en cuanto a espacio de carga: con las tres filas erectas éste es de 15.8 metros cúbicos. Con la tercera fila de asientos abatida el espacio crece a 41.8, y con la segunda en igualdad de condiciones, trepa a 85.7. Con la tercera fila de asientos desplegada todavía queda un generoso espacio de carga en el tercio trasero.

Aunque en el caso del T8 se trató de unidades de pre-producción en el evento, la sensación general de ambos Volvos es de solidez y de buen acabado.
El T8 es fácilmente reconocible por dentro por lo explicado arriba detalle de la cabeza de palanca que simula un diamante, pero la que corresponde al modelo de gasolina —el T6—, está muy bien diseñada también. Francamente, a pesar de la belleza artística de la otra, preferimos esta empuñadura, que se lleva muy bien con el agarre humano.
El vehículo mima a sus ocupantes con un amplio sunroof.
Las ventanillas, retrovisores y pestillos son eléctricos así como las butacas delanteras, que son térmicas y poseen memoria posicional para una variedad de configuraciones que el cuerpo agradecerá.
Sin embargo, la columna del volante, telescópica y de altura ajustable, hace todo esto no de manera eléctrica, sino manualmente.
Le preguntamos a los ingenieros de Volvo por qué no es eléctrica como supone un auto de este porte y para asociarla así a la memoria de los asientos y los retrovisores, y nos contestaron que las estadísticas señalan que los conductores no están constantemente ajustando la posición del volante, sino que lo dejan fijo en una sola pose y ya. Entonces, ¿para qué ese gasto?

¿Sonido? Todavía seguimos enamorados del Dolby ProLogic con que venían dotados los Volvos de a fínales de los años 90, pero ahora el XC90 no se queda detrás con los altavoces de Bowers &Wilkins, cuya formulación de audio es exquisita.

 
A continuación, unas pocas fotografías más del interior del nuevo Volvo XC90 del 2016, para que el lector pueda completar su visión de éste: